Mi pulso a tu ritmo

Ahora mismo no puedo escribir con segundas intenciones, no puedo expresarme utilizando comparaciones. El corazón me va a estallar de un momento a otro y solo puedo sincerarme ahora de un modo bastante obvio. Tengo miedo al tiempo y al final. Soy una cobarde de pies a cabeza, pero creo que llega ahora el momento en el que nada me importa, lo que pase es lo que pasará.

Me quema tanto dentro que creo que voy a salir ardiendo. No me importa. Si es por tí, me incinero.

Mi sueño del sueño

Se acerca, más cerca, milímetros, es químico.

Suena, golpea, arrastra, muerde, corre, siente.

Es estático, eléctrico, imposible y a la vez cierto.

Me duele el pecho, aquí dentro, me agobio en mi universo.

Respira, respira, más fuerte, respira.

Abres los ojos, los cierras, tensión, muy típico...

Se acerca, más cerca, milímetros, es químico...

La razón habla, el sentido muerde

Me voy a rodear con mi mente y mis pensamientos y voy a dejar a un lado mis sentimientos. Razonemos... bien, esto no tiene sentido.
Vamos a comenzar de nuevo con lo mismo de siempre, te invito a vivir lo mejor de la vida, te tomas tu medicina, tu dosis de veneno va dentro en más proporción que el remedio.
¿Para qué luchar?, ¿Para qué sentir?, ¿Para que sufrir por lo mismo y del mismo modo sin fín?
Yo voto dormir para siempre, dejar el corazón apartado. Le enseñaremos a salvarse solo de lo malo de la vida, simplemente congelado, no agitado.
Sediento de su único remedio, pero fuerte, sencillo, con la luz tenue que suele tener.



Luego me dices que las otras opciones te hacen volar, te hacen sentir lo que nunca sentiste y te suben a un mundo diferente, al universo paralelo, al universo PARA LELOS. Sí, al final caerás, chocarás y él se apagará, quedará muerto y agonizará durante muchísimo tiempo, pero todo habrá valido la pena cuando la venda del sufrir se haya caído de tus ojos. Sentirás que aprendiste más que nunca.




Y yo me pregunto.... ¿A qué viene todo esto AHORA?