viernes, 15 de julio de 2011

Nacer y Morir



La vida no comienza cuando nacemos. Hay momentos en los que nos despertamos a la vida. Todo toma sentido, toma sentido el por qué vivimos, el por qué respiramos, lo que buscamos, por quién luchamos, lo que tenemos. Estos momentos pasan pocas veces.

Pero no solo nacemos en estos momentos. También morimos otras veces, antes de llegar a nuestra propia muerte material. Perdemos el rumbo, nuestros objetivos, nuestro presente, nuestros apoyos…Aún así, lo peor no es morir. Lo peor no es sentir como todo tu ser pierde su sentido…

Lo peor es sentir que mueres y que no quieres volver a nacer.

lunes, 28 de marzo de 2011

Hace frío


El amor es como una cueva. Todos somos exploradores cuando hablamos de las personas. Unos exploradores descubren cuevas maravillosas pero no se atreven a entrar hasta el fondo, porque todo es tan oscuro e inseguro que el miedo puede con ellos. Otros, sin embargo, entran en ellas, pero cuando llevan un trecho se dan cuenta de que echan de menos la luz del sol. Pero, otros, descubren la cueva y se introducen en ella completamente, sin importar los miedos o las inseguridades. Amar es entrar en la cueva y querer seguir descubriéndola hasta el fin de los días.


domingo, 30 de enero de 2011

Pizcas de azúcar de vez en cuando

Hay veces en nuestra vida que vemos como el tiempo pasa deprisa, pero no nos damos cuenta de ello… y es que, mejor dicho, hay veces en nuestra vida que ni siquiera vemos el tiempo pasar. Pero no es así, pasa, y pasa mucho tiempo. Creemos que todo sigue igual y la monotonía nos invade, pero no nos importa. Estamos acostumbrados a vivir sin cambios, es la dulzura del día a día. Todo sigue su curso: las flores crecen, las olas se mueven, las personas envejecen, los zapatos se rompen y la pasta de dientes se gasta.

Lo más curioso de todo es que no somos conscientes de que solo somos conscientes de ello cuando todo se acaba. Te das cuenta de que el bote de pasta de dientes se gastó, de que hace mucho tiempo deberías haberte comprado unos zapatos nuevos, de que la marea ha subido y de que las rosas se han marchitado.

… ojalá no acabe nunca lo mío, o al menos, espero darme cuenta de todo sobre lo que debería ser consciente antes de que sea demasiado tarde para, así, comprar de nuevo Colgate o de una vez por toda esas old school que quiero.