domingo, 31 de mayo de 2009

El curioso caso de Benjamin Button


"No sé si es importante, pero nunca es demasiado tarde para ser quienes queremos ser. No hay límite en el tiempo, puedes empezar cuando quieras. Puedes cambiar o seguir siendo el mismo. No hay reglas para tal cosa. Podemos aprovechar oportunidades o echar todo a perder. Espero que hagas lo mejor. Espero que veas cosas que te asombren. Espero que sientas cosas que nunca sentiste antes. Espero que conozcas a gente con un punto de vista diferente. Espero que vivas una vida de la que estés orgullosa. Y si te das cuenta de que no es así... espero que tengas el valor de empezar de cero"

domingo, 24 de mayo de 2009

Me pierdo en lo insignificante

La fiebre me quema más de lo que mostré.
Las sombras y las formas se ondulan ante mi percepción.
Me gustaría entender que todo es más fácil de lo que parece
y que la vida es tan sencilla que solo me basta sonreír para ser feliz.

domingo, 10 de mayo de 2009

Presente


Podría contar todo lo que sucedió para que este sentimiento se formase dentro de mí, pero no lo voy a hacer. No lo voy a hacer simplemente por que no conozco la razón de su existencia, ni siquiera conozco el sentimiento.
Es como una bolita de polvo gris dentro del pecho, que te hace respirar de forma inadecuada y que en consecuencia te provoca un malestar general bastante dudoso.
A pesar de todo tengo la lijera sensación de que estará aquí dentro durante mucho tiempo inevitablemente.
Me da pena que sea así, porque se que durante este período me sentiré incómoda y muy vacía por dentro (a excepción de la pequeña mota de polvo).

El ritmo de la vida me deja atrás, ya todos corren cuando yo aún gateo. Todos encuentran el camino de la felicidad después de equivocarse en su rumbo, pero yo llevo mucho tiempo perdida en medio de la nada. ¿Qué se supone que debo hacer?. Juraría que pongo todo de mi parte por encontrar mi brújula, la que marque realmente el camino que necesito, pero no surte efecto. La fugacidad de las cosas me deja inmóvil. Lo que para mí comienza termina para otros.

Podría decir que mientras tanto esperaré sentada, lloraré y me lamentaré preguntándome el por qué de mis problemas, pero no lo haré.
Si en este momento tuviera que llorar no lo haría.
Prefiero sonreír, aunque no sea lo que siento. Me convenceré a mí misma, y si no lo consigo, al menos permaneceré en silencio, observando mi alrededor, buscando respuestas y evitando las preguntas.