lunes, 13 de febrero de 2012

Simple


Te echo de menos. Pero eso no importa. No se por qué coño me rayo la cabeza si ya no tienes nada que ver conmigo. Tú sigue, que me imagino que te va de maravilla. Debe ser fácil cuando tienes otras personas de las que preocuparte, supongo. No tiene razón alguna que escriba esto, pero tenía que hacerlo. Porque es así, y punto. Puede que creas que no tengo derecho alguno a referirme a ti, a dejar frases alusorias por cualquier sitio sobre lo nuestro, a hacer el capuyo en definitiva, a perder el tiempo. "Total, si es tu culpa, ¿Qué haces?". O no. Quizás ni si quiera te importa. Quizás ya tienes alguien de quien preocuparte más que de mi. Es probable. Y supongo que no te lo puedo reprochar, pero lo odio. Odio la idea de que encuentres a alguien que te haga feliz. Odio la idea de pensar que tarde o temprano te olvidarás de mi, y tendrás a una nueva a la que mirar por las noches, a quien besar. Dame una razón para que termine de hundirme en la mierda, por favor. Te lo pido, de verdad. Dime que eres feliz sin mí y que en el fondo lo querías así. Dime que no me necesitas en absoluto, que no paso por tu mente ni un segundo, que ahora vives relajado sin mi, que te sientes pleno desde el momento en que me fuí, que has conocido a una chica, o que ya la conocías. Dime algo para que piense "Si me muero, sería igual" o "He hecho lo correcto", porque si no no entiendo como voy a subir de nuevo con fuerza. Y si te parece egoísta, puede que estés en lo correcto. Pero es lo que tiene que te quiera.